Instalación fotovoltaica eficiente y biohabitable

La energía fotovoltaica es la transformación directa de la luz solar en energía mediante el uso de células fotovoltaicas. Estas células convierten la radiación solar en corriente eléctrica de forma sostenible y limpia.

Los tiempos de obtención de permisos para instalaciones de energía fotovoltaica varían. En España. Nuestra experiencia como empresa fotovoltaica nos dice que el proceso dura de 1 a 3 meses, dependiendo de factores como el lugar y la complejidad del proyecto.

Las instalaciones fotovoltaicas aprovechan la luz solar para generar energía. Los paneles solares, compuestos por células fotovoltaicas, convierten la radiación solar en corriente eléctrica continua. La cual es transformada en corriente alterna por un inversor para su uso en el hogar o la red eléctrica.

Un sistema fotovoltaico tiene una vida útil media de 25 a 30 años, pero puede seguir generando energía incluso después de este período. Aunque los paneles solares tienen una ligera pérdida en la eficiencia con el tiempo, su duración y cuidado mínimo aseguran un rendimiento sostenible a largo plazo.

Nuestra empresa fotovoltaica ofrece 25 años de garantía de producción del panel, 10 años el inversor y 1 años de mano de obra.

La energía fotovoltaica se refiere a la conversión de la luz solar en energía mediante paneles solares y células fotovoltaicas. Por otro lado, el término «energía solar» es más amplio e incluye diversas formas de aprovechar la energía del sol, como la energía térmica solar. La fotovoltaica es una clase dentro del conjunto de tecnologías de energía solar.

La energía solar fotovoltaica tiene ventajas como producir energías renovables y limpias.También reduce la dependencia energías tradicionales y disminuye la  emisiones de gases. Asimismo, ahorra en la factura de la luz a largo plazo. Además, requiere bajo mantenimiento y contribuye a cuidar el medioambiente.

La energía fotovoltaica en casa funciona mediante paneles solares instalados en el tejado o en terreno. Estos paneles captan la luz solar y la convierten en energía. Un inversor convierte la corriente continua generada en corriente alterna usada en el hogar. El excedente puede guardarse en baterías o inyectarse en la red eléctrica, permitiendo un suministro constante y sostenible para las exigencias de la energía del hogar.

El espacio necesario para un sistema fotovoltaico varía según la capacidad deseada y la eficiencia de los paneles. Como referencia, se requiere de 8 a 16 metros cuadrados por cada kilovatio pico instalado. Para una vivienda media con un consumo promedio, un sistema fotovoltaico de 3 a 5 kW es común. Esto exige entre 24 y 40 metros cuadrados de espacio. Sin embargo, es crucial realizar un análisis detallado para adaptar el diseño a las exigencias personales de cada hogar y maximizar la eficiencia. Esto dependerá de factores como el lugar, la inclinación y la irradiación solar local.

Una empresa fotovoltaica mide la eficiencia de un panel solar mediante la tasa de conversión. La cua representa la cantidad de luz solar que un panel puede convertir en energía. La eficiencia se expresa como un porcentaje y varía entre diferentes tipos de paneles. Paneles de mayor eficiencia pueden generar más energía con la misma cantidad de luz solar.

La conexión de un sistema fotovoltaico a la red eléctrica implica instalar un inversor que convierte la corriente continua generada por los paneles solares en  alterna. Esta corriente es compatible con la red. Luego, este inversor se conecta al cuadro eléctrico de la vivienda, permitiendo que la energía eléctrica generada se utilice en el hogar. El excedente puede ser inyectado a la red eléctrica, lo que contribuye a la generación distribuida y, en algunos casos, generando equilibrio o ingresos extras.